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Atractivos y Patrimonios de TINOGASTA
Dunas de Tinogasta
Las Dunas de Tinogasta son un nuevo atractivo turístico para quienes visitan el Departamento. Estas se encuentran ubicadas a 5 kms de la cabecera departamental por la Ruta Provincial Nº3. En ellas se puede gozar de las grandes bellezas paisajísticas que estas ofrecen y permite llevar a cabo la práctica de diferentes actividades de aventura.
Las Dunas de Tinogasta son un nuevo atractivo turístico para quienes visitan el Departamento. Estas se encuentran ubicadas a 5 kms de la cabecera departamental por la Ruta Provincial Nº3. En ellas se puede gozar de las grandes bellezas paisajísticas que estas ofrecen y permite llevar a cabo la práctica de diferentes actividades de aventura.
En Fiambalá
y sus inmediaciones
encontramos un paisaje
desértico en el que podemos encontrar dunas. Las
dunas son geoformas
originadas por un
proceso de degradación
por acción eólica. Traducido
a términos más
comunes, decimos que
ellas se forman debido
a la acción
del viento que
transporta material fino, en
este caso arena, hasta
que el mismo
se deposita y
se acumula en
forma de montículos, algunos de
ellos pequeños y otros gigantes.
Duna Federico
Kirbus, la más alta del mundo.
Esta duna
fue bautizada en
honor a Federico Kirbus, escritor, periodista
e investigador quien fue el descubridor y divulgador de su valor. Se
trata de la duna más alta del mundo, incluso superando a la Duna Grande de Perú
que ostenta 924 metros de acumulación neta de arena, desde la base hasta su cima.
La Duna Federico Kirbus se encuentra
recostada sobre la ladera de la Sierra de Fiambalá y tiene una elevación de 1230 metros -su base se encuentra a 1615 metros sobre el
nivel del mar, mientras que su cima a 2845- superando así por 300 metros a la
duna peruana. Se accede a
esta duna desde
la localidad de Medanitos,
22 kilómetros al norte de Fiambalá.
Duna Mágica
de Saujil
Llamada así
por los pobladores del lugar, con sus 78 metros de alto es muy visitada por
aquellos que desean
practicar sandboarding. Su nombre
se debe a que por las tardes ventosas es posible observar cómo los granitos de
arena en su cúspide danzan "mágicamente". Se accede a esta duna desde
la localidad de Saujil, a 10 kilómetros al norte de Fiambalá.
Si se quiere
ver las mejores dunas debemos dirigirnos
a las
localidades de Saujil, Medanitos y
Tatón. Sin embargo,
incluso desde Fiambalá encontramos algunas
pequeñas dunas dignas
de ser visitadas.
Entre ellas tenemos una duna,
denominada técnicamente como un barján a orillas de la Ruta Provincial N° 136,
camino hacia las Termas de Fiambalá.
Las
dunas resultan atractivas porque generan
un impacto positivo a la vista de
cualquier persona. Provoca
un cambio abrupto
en el paisaje
que se transforma de
montañas coloridas a
desértico con montículos
arenosos. Están disponibles todo
el año, aunque
se recomienda no
ir después del mediodía hasta las cuatro de
la tarde, horario donde
corren fuertes ráfagas de viento.
Complejos de aguas termales
Este complejo
está ubicado a 15 Km. al norte de la ciudad de Tinogasta, a 1.450 m.s.n.m desde
donde se puede admirar todo el Bolsón de Tinogasta. Ofrece a sus
visitantes diversos servicios, entre ellos cuatro piletas de aguas termales a
18ºC aproximadamente. Estas termas fueron utilizadas desde tiempos
inmemorables por las
diversas culturas aborígenes
de Tinogasta hasta que se convirtió en el lugar de descanso del último cacique tinogasteño
Don Miguel Chanampa. Lugar de excelencia para ser disfrutado en vacaciones
de verano ya
que cuenta con
quinchos, sanitarios, duchas, asadores, cantina
y permite la
práctica de escaladas,
mountain bike y cabalgatas.
Desde el complejo
puede disfrutarse una
hermosa vista de la
Sierra del Abaucán, donde se divisa el Gigante Dormido.
El Complejo
Termal que se
encuentra ubicado a
65Km. de Tinogasta
y a 17km de
Fiambalá, posee 16
piletas construidas con
piedra de mediano tamaño, en
nueve desniveles descendentes,
emplazadas en una
quebrada frondosa en un
medio natural. Las
temperaturas del agua
de las piletas varían entre los 30 y
los 52 grados centígrados, alcanzando
los 70ºC en el ojo de la vertiente.
En el lugar
existen cabañas y una mini hostería. Recientemente se inauguró un
restaurante en plena
quebrada el cual
ofrece comidas de la
zona, además de prestar los servicios básicos (vestuario, duchas, baño, área
de picnic, etc.).
Además, cuenta con
un puesto de
enfermería, disponible para
cualquier visitante que lo precise.
Las termas
se originan en las aguas
subterráneas, se transmiten
por conducción térmica a
través de las
distintas capas rocosas.
El calor acumulado en
el interior de
la tierra puede
avanzar hasta las
zonas más superficiales dando origen a reservorios naturales que afloran
por turgencias naturales o extraídas de forma artificial. Las aguas
termales son indicadas
para la artritis
reumatoide, reumatismo, ciática
y lumbago. También
para las afecciones
nerviosas ya que
son altamente sedantes y
relajantes del sistema
nervioso; limpian los
tejidos, favorece el drenaje de los riñones y desintoxican el organismo.
Es importante destacar
que en la
entrada del complejo
debería contar con cartelería sobre
recomendaciones útiles a
la hora de
utilizar las piletas
ya que existen riesgos
de estar mucho
adentro van desde
aumento o disminución de la
presión, mareo, dolor de cabeza y dificultad para respirar.
Las termas
están abiertas todo el año y son accesibles, pero debe transitarse con cuidado
ya que el
camino es de
ripio y con
precipicios al costado
en algunos tramos.
En esta
zona se encuentran
agrupados más de 14
cerros con una
altura mayor a los 6.000 m.s.n.m.
Entre los más
importantes debemos destacar el Monte Pissis de 6882 msnm, el Volcán Ojos del Salado de
6864 msnm, el Walter
Penck de 6658 msnm, Nacimientos
6480 msnm, Incahuasi 6640 msnm
y San Francisco 6080 msnm.
Para ir a los Seismiles se requiere un vehículo apto, buen equipo de comunicación y de montañismo y buena preparación física, incluyendo aclimatación previa.
La mayoría de los cerros son la principal atracción para quienes se dirigen a la zona a realizar montañismo, muchos de ellos provenientes de otros países. Existen también algunos picos menores que son utilizados por los montañistas para el aprestamiento a los Seismiles, el paisaje es increíble con salinas y salares intermedios con lagunas donde poder hacer safaris fotográficos, establecer rutinas de trekking o aclimatarse para enfrentarse a las altas cumbres.
Los principales y más escalados cerros son:
San Francisco:
el más fácil de ascender (6080 m.s.n.m.) por ende, uno de los más utilizados por principiantes en el deporte.
el más fácil de ascender (6080 m.s.n.m.) por ende, uno de los más utilizados por principiantes en el deporte.
Ojo del Salado:
el más alto de los Seismiles y el segundo más alto de Sudamérica, después del Aconcagua.
Pissis:
volcán inactivo, es el más alto del mundo. Visto desde el Norte, su paisaje se impone de izquierda a derecha con alturas de 6.870 m., 6.875 m., 6.530 m., 6.882 m., y 6.775 m. De otro lado, posee cinco cumbres principales y varias secundarias.
Pesca
Deportiva
A solo
120 Km. del
casco céntrico de
Tinogasta comienza la
zona del río Chaschuil o Guanchín apta para la pesca
deportiva de truchas Arco Iris. Esto en medio de un paisaje deslumbrante de
cerros y quebradas.
La temporada
de pesca comienza
en primeros días
de noviembre y se
extiende hasta el mes de abril. Para poder acceder hay que abonar un permiso en
la Gendarmería Nacional, y como en toda pesca deportiva, solo se permite la
pesca con la modalidades spinning y Fly cast.
Mas atractivos
Museo Arqueológico “Dr. Guillermo Rafael Alanís”:
exhibe una
colección de monedas pertenecientes a
la cultura diaguita,
parideras, momias, así como otros elementos que hacen referencia
a la riqueza del pasado de estas tierras. Se
ubica en calle
Copiapó Nº 488.
Circuito Ruta del Adobe
Fue inaugurado
el 1º de
julio del año
2002 por el
Gobernador de la Provincia,
en ese entonces
Arnoldo Aníbal Castillo,
por la iniciativa
de la senadora provincial Silvina
Tello y el Arquitecto Rafael Toledo
quienes son los primeros en pensar en la
reconstrucción de estos sitios importantes para el departamento
de Tinogasta los
cuales hasta aquel
entonces se encontraban abandonados
en su mayoría
y con un
avanzado estado de deterioro.
Es así que
hacia el año 2001 ya se estaba trabajando en la reconstrucción y mejora de lo
que terminó siendo La Ruta del Adobe, es así que hasta el año 2007 se siguió
trabajando constantemente por mejorar la estructura de estos sitios. La
consigna era conservar
el diseño original
y más aún utilizar
los mismos materiales, métodos y herramientas con las que
fueron construidas en su época.
Los sitios incluidos en
la Ruta del Adobe gozan de antecedentes históricos destacados en el
ámbito departamental e incluso provincial y regional. Este circuito
se extiende por
55 km entre
las localidades de
Tinogasta y Fiambalá, todo sobre
la Ruta Nacional N° 60 y que está en camino hacia el Paso San Francisco.
Consiste en un total de siete construcciones hechas de adobe con
un gran valor
histórico y considerable
antigüedad, todas ellas señalizadas adecuadamente a los
costados de la ruta. El material de estas edificaciones es realizado de la
misma manera que hace cientos de años, con paja, barro y estiércol, los cuales
hacen que las estructuras sean frescas en verano y cálidas en invierno, además
de que han demostrado ser resistentes a actividad sísmica. Se tiene evidencia
de que este material se usaba hace más de 500 años en la zona, pero se cree que
su uso data de muchos años antes.
Hoy en día,
debido a programas provinciales para revalorizar lo artesanal de cada cultura
y por la
situación económica de
los pobladores, este material está siendo utilizado
nuevamente, no sólo para la construcción de viviendas, sino también en las
construcciones de hoteles o ampliaciones de los mismos.
Los edificios que forman parte de la Ruta son:
Destacada construcción
de adobe ubicada dos
cuadras de la
actual plaza principal
de Tinogasta en la
esquina de las calles Moreno
y Constitución, abarcando la ochava
y los dos contra
frentes. El edificio
original comenzó a erigirse hacia 1897, en
ocasión de la
instalación en Tinogasta del Batallón Cazadores de los
Andes, ante la
inminencia de un
conflicto limítrofe con Chile. El
propósito estratégico que guio este dispositivo militar fue, sin duda,
controlar desde allí
una zona cordillera
en la que
existen numerosos pasos terrestres con antecedentes de fluidos
intercambios comerciales.
La propiedad
fue comprada casi
inmediatamente por don Rodolfo
Orella, de origen chileno, quien se encontraba establecido en Tinogasta
desde 1884, dedicado
a actividades productivas. Posteriormente fue
funcionario del Ferrocarril
del Estado. Asimismo, Vice Cónsul chileno con sede en Tinogasta. Sus hijos continuaron al frente de
la propiedad, principalmente Ernesto,
de profesión Escribano, y Pastoriza del Valle,
quien llego a
ser la directora
por antonomasia de la Escuela cabecera de la localidad. En el
transcurso del siglo XX,
la propiedad fue
centro de una
activa vida económica. Sus
propietarios desarrollaron la
ganadería y cultivaron vides y
alfalfa. Los terrenos anexos a la Casa Grande dieron origen a una barriada que
hoy se conoce como Barrio Los Orella. En el aspecto social, las reuniones
familiares y de caracterizados vecinos fueron una constante. La galería principal y salones de la residencia, fueron epicentro
de diversos eventos
y manifestaciones privadas
y públicas que han
quedado en la
memoria colectiva e
incluso en el registro
fotográfico, ya que
constan algunas tomas
de 1907 en adelante.
La música, la danza,
la conversación amena
y las delicias gastronómicas no faltaban en esas tertulias. Por su parte,
la vereda exterior de
altos ladrillos, permitía
esperar en amable
sosiego el frescor de la noche.
A partir
de 2001 Casa Grande comenzó su
restauración y puesta
en valor transformándose en
un centro turístico
exclusivo para quienes disfrutan del confort y de lo rústico.
El 30 de mayo de 2011 el Senado de la Provincia de Catamarca le dio fuerza de
Ley al proyecto "Ruta del
Adobe" y como Casa Grande
forma parte, pasó
a ser "Patrimonio Histórico
y Cultural de la provincia.
Esta
construcción se encuentra
sobre calle Constitución, a dos
cuadras y media al norte de Casa
Grande.
En sus
orígenes perteneció al
mismo predio militar
del Batallón Casadero de los
Andes. En 1898, se construyó en esta
parcela un edificio para sanidad militar, que en sus comienzos comprendía dos
habitaciones para enfermos y anexos. En 1904,
estas precarias instalaciones
ya desactivadas de sus
funciones militares, adquiridas mediante el
Banco Hipotecario por el señor Orella fueron
donadas a la Sociedad
de Beneficencia bajo la consigna
de que se
organice en el
sitio, un Hospital
comunitario, necesidad que se
venía planteando en
los últimos tiempos
debido a las continuas
epidemias de cólera,
viruela, entre otras
durante los años 1894,1895 y
1897, llegando a tener un alto índice de mortalidad en algunos lugares el cien
por ciento. Se fundó oficialmente en
1913 época en que presidía la sociedad,
el cura párroco Reginaldo Goblet de
origen francés quien
tuvo mucho que ver con esta obra por ser uno de sus precursores. Por problemas
financieros y humanos se llegó al cierre del hospital en 1918. Recién
en 1926 fue
reabierto, esta vez
bajo la conducción médica del doctor Alberto
Ruchelli, pionero de los estudios relativos al así llamado
―mal de chagas,
y a la
brucelosis, siendo el más
destacado científico que dio el departamento de Tinogasta.
En 1928,
el edificio adquirió
su apariencia actual
al cabo de importantes trabajos de refacción y
ampliación. El antiguo hospital
comunitario que funcionaba gracias al aporte de la Sociedad de Beneficencia y
al aporte de los comerciantes de la zona, luego de 69 años de haber permanecido
en ese lugar, se traslada en el año 1982 al nuevo y moderno
edificio sito en calle Moreno, el cual fue inaugurado el 19 de julio del mismo
año. Así, esta antigua
construcción pasó a
manos de la
Municipalidad quienes la convirtieron
en el Centro Cultural de Tinogasta, donde hoy se realizan diferentes actividades culturales
y recreativas. Entre ellas figuran
danzas folklóricas, clases de piano, guitarra e instrumentos de viento, propiciando
un espacio apropiado
a muchos talentos tinogasteños.
Ubicado en El Puesto, a 16 Km. al norte de
Tinogasta en el
camino hacia la
ciudad de Fiambalá por la
Ruta Nacional Nº 60. Se trata de
la primera de las capillas
dedicadas a la consagración de la Virgen
del Rosario, el
oratorio de adobe
fue construido por
la familia Orquera en 1740, se
trató de una capilla privada, de allí su nombre.
Sin lugar a dudas constituye una de las
joyas de La Ruta del Adobe. El origen
de este pequeño
Oratorio, de incalculable
valor histórico, se remonta
a mediados del siglo
XVIII, hacia 1740,
ocasión en que
doña Martina y doña
Manuela Asiaris desde
Chuquisaca en el
Alto Perú, emprendieron un largo
y penoso viaje que las conduciría finalmente hasta Tinogasta. Pasaron
por Calama y San Pedro
de Atacama, en
Chile, y luego por los Valles
Calchaquíes hacia Catamarca. Entre
sus pertenencias traían
una imagen de la
Virgen del Rosario, Cristo crucificado,
un San Antonio de reducidas proporciones y un cuadro al óleo de la Santísima
Virgen amamantando al Niño Jesús.
Concluido el viaje, ambas hermanas ya
integradas a la sociedad de aquel
tiempo, procedieron a construir este Oratorio de adobe.
construida en
1.712, es la capilla más antigua de la provincia de Catamarca y El Mayorazgo de
Anillaco, museo histórico provincial Mayorazgo, terminado
entre los años
1.712 y 1.714;
Se trata de
una edificación de
estilo andaluz, dispuesta en
forma de ―U‖ y prolongada en un gran patio cerrado con entrada para
carruajes.
Por allí
transitó Diego de
Almagro en 1536,
el primer español
en recorrer el Noroeste Argentino, descubridor de Chile a través de uno de los pasos tras -
cordilleranos. Allí encontraron
fuerte resistencia los
conquistadores durante las guerras Calchaquíes las que duraron más
de 130 años.
Una vez
pacificado el territorio, en 1687, recibió una vasta merced de más de
100 leguas cuadradas
el riojano Juan
Gregorio Bazán de Pedraza
IV. La recibió
a nombre de
los muchos méritos
de los linajudos antecesores
familiares que habían compartido las penurias y sacrificios de andar fundando
ciudades y fuertes, por el desmesurado espacio de esta parte de América.
Se ubica
en el Anillaco
catamarqueño, población estrechamente vinculada al inicio mismo del
proceso colonizador en la región.
nombrado
Monumento Histórico
Nacional, se encuentra
situado en la
confluencia de la Quebrada
de Troya con
el valle de
Abaucán. Su origen
data del período de 1.471-1.536
d.C., época de dominio Inca en la que alcanzó la categoría de Ciudad
Administrativa de Primer Rango. Entre 1.630 y 1.670 el
lugar fue escenario
del enfrentamiento de
nativos Calchaquíes en cruentas
guerras que exterminaron
al pueblo. Los nativos
que sobrevivieron fueron
evangelizados y los
españoles remodelaron y utilizaron el asentamiento indígena. Desde un
morro se observan las disposiciones
de la antigua urbe con su doble plaza de
armas, varias canchas rectangulares y
depósitos de alimentos; todas
construcciones con muros formados por enormes ladrillos de adobe y cimientos de
piedra.
Este poblado
indígena se ubicaba a 5 Km. al noroeste de Anillaco y a 25 Km.
de Tinogasta, en
la boca de
la quebrada de
La Troya, tradicional camino
hacia los pasos
cordilleranos. Watungasta fue descripta por primera vez por Gunardo
Lange (1889) y Samuel Lafone Quevedo
(1890). Luego, la
visita otro precursor,
Adán Quiroga en 1897. En el transcurso del siglo XX sus
instalaciones fueron recorridas y
descriptas por varios
de los más
importantes arqueólogos
argentinos, entre ellos
Alberto Rex González
y Rodolfo Raffino. Quienes realizaron sobre todo
recolecciones de material de superficie y
planos idealizados. De los estudios,
aún con sus
deficiencias, se desprende que
Watungasta desempeñó un
papel preponderante durante centurias
de instalación humana
en el corazón
del Valle del Abaucán. Debió
servir de plataforma
de desplazamiento tanto
en sentido norte–sur, como este-oeste, de un lado a otro de la
cordillera, vinculando regiones de rica minería y propiciando
intercambios entre zonas
bien diferenciadas en cuanto la
producción de recursos naturales renovables
(tales como costa,
montaña, puna, selva).
Además, la
numerosa cerámica encontrada
en el sitio
y sus alrededores, que actualmente
cubre a nivel de superficie, varios km2.
Indicaría que
Watungasta ―actuó como
centro emisor de
bienes
materiales a
otras áreas y
pisos latitudinales de
la macro región...‖
(Norma Rano).
El elevamiento
de varios hornos
destinados al quemado de
piezas cerámicas parece confirmar
esta hipótesis. Gómez Llanes, por
su lado, apunta que
―el asentamiento de Watungasta,
como tal, debió
tener comienzo mucho
antes de la llegada del Inca
(.-a.C. 1470). Ya que la cerámica que
se encuentra corresponde a
todas las épocas desde los comienzos de las culturas agro alfareros
en el valle.
Se estima
que la ocupación
humana se inició al menos un
milenio antes de la implantación de dominio Inca.
Iglesia
Nuestra Señora de
Andacollo, (Templo de
la falda de El Puesto)
Ubicada a
17 km. de
la ciudad de
Tinogasta por Ruta Nacional
Nº 60 con
dirección norte, y
está ubicada al
frente de la localidad de El Puesto. El edificio es de
estilo Neoclásico, y su fecha de
construcción se sitúa en la primera
mitad del siglo XIX. La historia cuenta que el poblado tuvo que mudarse debido a la subida del
rio y un sismo habría destruido
la iglesia, cuya
reconstrucción es el único edificio
que queda de
ese lado de
la ruta. En
el año 2001
fue restaurada.
Esta importante
construcción religiosa data
al parecer de
la tercera década del siglo XIX,
cerca de 1833.
Se destaca
por su arquitectura postcolonial. La fachada original resulta imponente:
provista de dos torres en línea y un pórtico rodeado por un doble juego de pilastras que enmarcaban a un arco
de medio punto que permite el
acceso a una
especie de porche
y luego al
amplio interior.
Iglesia
de San Pedro:
Ubicada
en Fiambalá, fue
declarada Monumento Histórico Nacional y
realiza la Fiesta de San Pedro cada 29 de Junio.
Esta iglesia
fue construida por el Capitán realista Domingo Carrizo respetando
la arquitectura colonial
del siglo XVIII.
Para la construcción de la nave única se apoyó sobre las vigas de madera un techo de cañas atadas
con tiento y sobre las cañas se colocó una capa de Cortaderas, cubierta por una
última mano de barro.
Es uno de los
monumentos históricos más notables, no sólo del Departamento Tinogasta sino de
la Provincia de Catamarca. De construcción muy rudimentaria, sus paredes son de
adobe y miden aproximadamente un metro de espesor. La escalera de acceso al
campanario está construida en una vara de algarrobo tallada.
Comandancia
de Armas de Fiambalá
Se encuentra
distante a tan solo 1 Km. de la plaza principal de Fiambalá y está situada junto a
la Iglesia de San Pedro. La construcción data de 1.745, se
trata de un monumento que conserva
una auténtica arquitectura
colonial. Las paredes de bloques soportaban
un techo formado
por vigas de madera,
una cubierta de
cañas atada con
tientos y una
mano de barro. El revoque es de
barro resistente a la lluvia, el secreto está en su elaboración. Al
barro para la preparación del adobe, se le agregan hojas de pencas cortadas que
desprenden un líquido viscoso que le brindan una excelente adhesión.
Museo
del Hombre:
Ubicado
en la Ciudad
de Fiambalá, conserva
en su interior piezas de la
Cultura Aguada, esculturas de piedra ―suplicantes de la Cultura Alamito y dos
cuerpos momificados naturalmente que datan de 1.470-1.590 aproximadamente, pertenecientes a
la cultura Belén,
rescatadas durante la pavimentación de la Ruta Nacional Nº60 a la altura
del paraje Loro Huasi.
Comparte
edificio junto al museo del hombre. Fue creado el 8 de julio del año 2.007 por
iniciativa de dos mujeres montañistas fiambalenses que pretendían dar a conocer
la zona más alta de occidente, a través
de los
relatos y estudios de toda la gente que exploró y dejó valiosa
información a los
expedicionarios, turistas y
aventureros que llegan a la
localidad de Fiambalá con el propósito de acceder a la cordillera catamarqueña.
Los
visitantes podrán experimentar, mediante testimonios, rostros, imágenes y
objetos, las sensaciones y vivencias de
aquellos afanosos buscadores de la más plena libertad, de su horizonte personal
más lejano.
Los Seismiles
ofrece al visitante la posibilidad de conocer la historia de la Cordillera de
los Andes, desde las primeras exploraciones hasta la actualidad, mostradas a
través de cartografías, fotos, material antiguo, documentos, cartas,
testimonios de cumbre, libros y videos.
En Medanitos
y en Antinaco (Ver fig. 22) se realizaron dos grandes obras de arte del Cristo
Redentor, la primera tiene más de 21
mts. de alto, emplazada en la loma
de un cerro
con vistas panorámicas
de gran belleza,
donde se aprecia todo
el Valle con
sus dunas y
viñedos. (Ver fig.
23) Dichas obras fueron
construidas a mano, sin moldes, son
piezas únicas y responden a la
profunda creencia religiosa
de estos pueblos
y forman parte
del circuito turístico
histórico-religioso del Norte de Fiambalá.
El Paso
Internacional de San Francisco se encuentra ubicado a 200 Km. del último poblado,
Fiambalá, con un
camino en excelentes
condiciones y paisajes imponentes
que lo hace un paseo inolvidable. El límite internacional propiamente dicho
se encuentra a
4.750 m.s.n.m y
se puede acceder
en cualquier tipo de vehículo.
Todo el trayecto es apto para tomar fotografías de
sus montañas y
volcanes. En las
alturas hasta los
4.500 metros, la fisonomía vegetal consiste en estepas
arbustivas y graminosas o pastizales,
con baja cobertura
vegetal y sectores
de peladares. En los
sectores asociados a
humedales, tales como
lagunas y arroyos,
se encuentran las vegas o
bofedales, con vegetación dominada por gramíneas como chillaua y cortaderas,
ciperáceas, y juncáceas, que cubren
totalmente el suelo. Presentando sus montañas una diversidad de colores entre
rojos, rosados, verdes y amarillos.
En el camino
se pueden ver algunas manadas de vicuñas, guanacos, llamas y en
las lagunas parinas,
flamencos, gallaretas, entre
otras aves. Esta ruta
internacional antiguamente fue
paso natural, utilizado
por los aborígenes, luego por los
colonizadores en las corrientes que ingresaban por Chile y por los arrieros que comercializaban ganado y otros elementos con Chile. Camino al Paso,
a 90 km.
de Fiambalá, sobre
la Ruta Nacional Nº60 a la altura
del paraje de
Cortaderas, está ubicada
la Hostería Internacional
de Cortaderas, a 3.000 metros de altura. Posee 85 plazas totalmente
equipadas con las mejores comodidades
para recibir a los visitantes, grandes
espacios y vistas sorprendentes caracterizan este hotel 5 estrellas en plena
Cordillera de los Andes.
En su
recorrido es posible divisar en plenitud los volcanes San Francisco, El
Incahuasi, Bertrand, entre
otros, donde nuestros
antepasados dejaron sus huellas en los santuarios de altura.
Este es
un hermoso circuito
en donde se
recorre 255 Km.
pasando por caminos montañosos de
importantes características, donde
se llega a una
altura de 4200 metros en el punto limítrofe con chile.
Es un
safari fotográfico donde se pueden
observar innumerables formas en los cerros multicolores creados
por la erosión del viento, como así también
los senderos y
refugios que utilizaban
hace cientos de
años nuestros antepasados para
cruzar el ganado a pie, hacia las minas de Bolivia y Chile. Además, si la suerte
los acompaña podrán
ver algunos animales
salvajes que habitan estos
territorios, tales como
los guanacos y
vicuñas entre los más reconocidos.
Ruta del vino
La historia
nos cuenta que las primeras sepas de vid
fueran introducidas a nuestro
país a través de Chile, utilizando uno
de los pasos fronterizos de la zona de Tinogasta. En efecto, fue el padre
mercedario Juan Cedrón, capellán de la expedición de Francisco de Aguirre,
fundador de Santiago del Estero en 1555, quién trajo las primeras plantas.
Cuatro siglos
después, una floreciente industria del vino se ha desarrollado en la
Argentina, convertida ahora
en quinta productora
mundial. Con epicentro en
Mendoza y San Juan, los vinos Argentinos
de gran calidad se proyectan hacia el mundo, hasta el punto de competir en
iguales condiciones de mercados tan
exigentes como el europeo o el norteamericano. Además, otras zonas también
realizan un significativo aporte en
cuanto a vinos finos.
Tinogasta fue
tradicionalmente una zona de vinos artesanales, elaborados en lagares de
cuero y estacionados
en tinajas de
barro cocido o
barriles de madera siguiendo
procedimientos transmitidos de generación en generación. Estos vinos domésticos
son conocidos como vinos Pateros, debido a que se emplean los pies para pisar
la uva. Tienen un marcado e inconfundible sabor dulce, en
sus diversas variedades
tales como Mistela, Jerez,
o el clásico vino de uva cereza, la variedad
predominante en la zona.
Los vinos
del departamento se
exportan hace ya
más de cinco
años a Estados Unidos, Gran
Bretaña, Holanda, y Brasil, entre
otros. Además, se
distribuyen en todo
el ámbito nacional,
habiendo ganado el
reconocimiento entre especialistas y público de alto nivel.
La Ruta del
vino es un recorrido que permite conocer las principales bodegas y degustar y
comprar sus productos. Tal es el caso de bodega Cuello Roca, en calle Copiapó
de la ciudad de Tinogasta; Bodega Longo
en el barrio Los Robledos, rodeada
de impresionantes viñedos y la bodega Cabernet de los Andes,
en Fiambalá.
Camino de la
Fe
Iglesia de San Roque
En 1938 bajo
la dirección del padre Camilo Melet se realizó el proyecto de la construcción
de este templo, las reuniones se llevaron a cabo en la casa de la familia
Oviedo. Siendo cura
párroco Pbro. Reinaldo
Bepre. Su inauguración y
Bendición tuvo lugar el día 9 de Noviembre de 1952, con la presencia de los sacerdotes Ontiveros, Oviedo, Herrera y
Ohluvia. Las paredes de la iglesia son
de adobe, revocadas y pintadas. El techo es de chapas de fibra de cemento y las cabreadas son de maderas de sauce. El
moblaje consiste en
bancos de madera,
confesionarios de madera.
Las imágenes que se
encuentran en el
templo son: San
Roque, Sagrado Corazón de
Jesús, La Virgen María,
La Virgen del Carmen,
La Virgen del Valle, Santa Teresita y un cuadro con la
imagen de San Antonio.
Iglesia de Santa Rosa
En el año
1870, la Señora Rosalía de Bustamante, dona un terreno para que en él se
construya un templo, el cual está
ubicado en la calle principal, sus
dimensiones son de 34 metros de frente por 88 metros de fondo. En el
año 1875, se
construye en él
un oratorio para
venerar la imagen
de Santa Rosa, donada
por la Señora
Fortunata de Castro.
Precisamente es esta imagen la
que dio el nombre al pueblo, porque a partir de ese momento, comenzó a llamarse
Santa Rosa.
Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de
Pompeya
La idea de
la construcción de
un oratorio surgió
en una reunión
entre el personal de la escuela
y la cooperadora del establecimiento de uno
de los concurrentes, Luis Reynoso,
aceptada la moción, se hizo una reunión a nivel vecinal paras tratar a cerca de
los pormenores y dar forma a este objetivo. El
día 17 de
Enero de 1976
se iniciaron el
diligenciamiento para la construcción de un saloncito donde
descansaría la imagen. Para realizar este cometido, la
municipalidad dono 350
bloques, el Sr.
Juan S. Páez
500 ladrillos, los Sres. Saris y
Albertoni algunos viajes de ladrillos y
arena. En la construcción trabajaron
los vecinos y las mujeres,
los niños colaboraron acarreando algunos
elementos a pie
o en burro.
Los mosaicos del
piso fueron comprados. El día 4 de Julio del mismo año se dio por terminada
la tarea.
Iglesia de San Buenaventura
Este templo data del año 1847, inscripto en el dintel de su puerta, de
estilo colonial serrano y
mediana arquitectura construida
con adobes, techo
de caña y barro y tirantes de algarrobo. En su aspecto exterior de
líneas suaves bien conservadas, con dos
torres, cada una con su campanario. Su
interior de construcción rustica,
arcos que delimitan
tres nave, cada
una con su respectivo altar. En el altar central, de
dimensiones un poco más grande que los otros dos laterales, es muy sencillo con
Hornacina para la imagen de San Buenaventura, de gran tamaño
con el hábito de sacerdote, una capa
larga hasta los pies de color rojo y otra corta que cubre a la larga
esta imagen es de mediados del siglo XIX. Dos ángeles de mediana estatura se
encuentran al pie del altar mayor uno a cada lado.
PATRIMONIO INTANGIBLE
Fiestas Populares
Festival
Camino hacia un Nuevo Sol: Fecha: Enero; Lugar: Fiambalá,
Fiesta del
Viñatero: Fecha: Enero; Lugar: El Puesto
Festival de
Danza y Canto Tinogasta Tierra de Leyenda: Fecha: Enero; Tinogasta
Festival del
Comino, Fecha: Enero; Lugar: El Salado
Festival de
la Vendimia; Fecha: Enero; Lugar: Tinogasta
Festividad de
la Virgen Candelaria; Fecha: febrero; Lugar: Copacabana
Festividad de
San Roque; Fecha: Agosto; Lugar: San Roque
Festividad de
la Virgen de la Merced: Fecha: Septiembre; Lugar: Cerro Negro
Encuentro de Danzas
Fortín Sureño, Fecha: Enero, lugar: Tinogasta
Festival del
Fuelle, fecha: Febrero, lugar: Tinogasta
Festival del
Agricultor, fecha: Febrero, lugar: Medanitos
Festival
Cosecha y Cultura, fecha: Febrero, lugar: Palo Blanco
Festival del
Olivo, fecha: Febrero, lugar: Tinogasta
Festival del
Durazno, fecha: Marzo, lugar: Tatón
Concurso de
Pisada de Uva, fecha: Marzo, lugar: Fiambalá
Cosecha de la
Luna Nueva, fecha: Marzo, lugar: Fiambalá
Festival
Municipal del Folclore, fecha: Diciembre, lugar: Tinogasta
Rally Dakar
Desde el año
2009, el mundialmente famoso Rally Dakar pasó de llevarse a cabo entre
Europa y África
a realizarse en
América del Sur, precisamente Argentina, Chile y Perú. Las
cuatro categorías participantes son automóviles, camiones, motocicletas y cuadriciclos.
El terreno varía
considerablemente,
atravesando zonas de arena, barro, rocas y vegetación hasta
rutas secundarias. El Rally pasó por el departamento de Tinogasta, generando un
cambio en el Lugar. Desde la primera edición que se realizó esta competencia
en América del
Sur, genero un
gran impacto porque
duplico la población residente de
Fiambalá y creció
notablemente el número
de turistas, que arriban de manera constante durante el
año.
Fiambalá
es considerada la Capital Mundial del Rally Dakar. Este inmenso título se
le añadió debido
a que la
mayoría de los
competidores y organizadores de este
rally mundial coinciden con que Fiambalá es un lugar extremadamente difícil
y a la
vez muy bello,
desafiante y con
paisajes increíbles, donde los
competidores se sienten
realmente en una
aventura que hay que superar y que no es nada fácil, pero a
la vez contemplan
los inmensos y variados paisajes.
La gastronomía
de la zona
es mayormente la misma que
predomina en el norte Argentino, platos como la empanada,
la humita, y el locro. Pero lo más común,
es encontrar establecimientos gastronómicos
que se dediquen
a la elaboración de minutas y
platos rápidos. Otra gran
producción de la zona es la de aceitunas y aceites, higos y nueces.
Un producto
muy típico son las nueces confitadas, bocaditos dulces de nuez con dulce
de leche cubiertos
de pasta fondant
blanca. También son demandadas las
pasas de uva e higo,
así como también,
los dulces (de membrillo, cayote,
entre otros).
Los platos que pueden ser considerados típicos de Tinogasta, y que no son comunes en
otras partes de Catamarca, son el mote y el cocho. El primero, es una
mezcla de granos
de maíz cocidos,
una receta que
viene de los aborígenes que habitaban la zona, el segundo, consiste de una bebida con
base de harina
tostada, agua y
azúcar, a veces
se incluye también leche caliente. Ambos platos, a pesar de su
cercanía con la cultura local, son muy
poco consumidos y demandados hoy día, y
los residentes y turistas optan
por la gastronomía norteña típica.
El arrope,
por otro lado, es un alimento típico que aún se consume y vende
regularmente. Es el
producto obtenido mediante deshidratación parcial
del mosto a fuego directo hasta llegar a la caramelizarían de sus
azúcares, para obtener una consistencia
de jarabe. Se le suelen
añadir frutas, que en el caso de Tinogasta, frecuentemente son uvas
e higos.
Tejidos y
artesanías cerámicas.
En la
antigüedad- y lo
prueban los descubrimientos arqueológicos- eran hábiles artesanos no solo textiles, sino
también alfareros, cesteros, en cueros y
metales. Actualmente la
artesanía predominante es la textil
(frazadas, mantas, pullos, abrigos,
medias, gorras, pellones,
sogas). Los artesanos llevan a
cabo todo el
proceso completo: cría
de animales, esquila,
hilado, tejido y cardado, para lo que usan la oveja, la llama y la
vicuña. Los diseños son simples, generalmente
geométricos, con pocos
colores, casi siempre limitándose al color natural de la
lana o el pelo. Es común, la mezcla de oveja y llama.
Actualmente
la explotación (muerte) de la vicuña está prohibida. Esta y otros animales autóctonos
están protegidos por
la Ley Provincial
Nº 4855/95. (Catamarca, 2003)
Las
tejedoras norteñas, Son mujeres
que viven en
pequeños pueblos, en especial
en los departamentos
Tinogasta y Belén,
quienes conservan el ancestral oficio del tejido en telar
manual. Ellas, con lana de alpaca, vicuña y llama, confeccionan
las famosas colchas
tinogasteñas bordadas con
flores multicolores y son las responsables de que Belén recibiera el
mote de Cuna del Poncho.
Leyendas locales
El mikilo
Deidad conocida
en las provincias
argentinas de La
Rioja, Catamarca, Tucumán,
Santiago del Estero y Salta, según
se cuenta es esquivo y poco sociable, se
lo reconoce por
su grito ululante,
casi como un
lamento en la noche, deja una pisada desconocida, que se
parece a la de un gallo.
Algunos lugareños
lo describen como
un animal demoníaco,
que tiene la mitad de cuerpo humano, y la otra como de perro y patas de gallo, manos
enormes y una
larga cola emplumada,
no siempre ataca
a los hombres, comúnmente los espía.
Hay muchas
versiones sobre su aspecto y características. Para algunos es un duende pícaro,
travieso y burlón. Tiene el cuerpo cubierto de pelos y usa siempre un gran
sombrero de ala ancha.
La Guerra
Calchaquí fue la
etapa más negra de
la conquista española
en esta parte del
continente, los españoles
encontraban tenas resistencia
en todo el Abaucán,
casi último reducto
libre que quedaba
de la región.
Los Diaguitas se atrincheraban en la fortaleza de Watungasta, ciudad
construida a la boca de la Quebrada del Río de la Troya. Una India Abrazando a
su único hijo, un pequeño de pecho, quiere librarlo de la muerte y
corre desesperadamente por
el lecho del Río Abaucán. Cae y vuelve
a levantarse, y
así por muchos kilómetros
hasta llegar a
un oscuro barranco que
le ofrece un momento
de refugio. En ese
momento hay un silencio
profundo que la
inunda de miedo y
desolación. El niño empieza
a llorar, cuando ve a la distancia a un soldado español montado en su
caballo, que sigue sus rastros mojados. La indígena se sabe descubierta pero no
está dispuesta a entregarse. A lo lejos
se podía ver
el recodo del
Abaucán, que desembocaba
en dirección al Bolsón de Tinogasta. En este punto se encuentra el
Portezuelo, por donde el
acceso a la
montaña le será
fácil y ante
el cual el
caballo español no podrá escalar. La
india corre desesperadamente por
el lecho del
río Abaucán, luego
se pierde entre los matorrales ante
el grito funesto del
español que le
ordena detenerse, luego de una
carrera alocada, ante la aproximación
del guerrero empieza a escalar los médanos próximos al portezuelo.
Así, lucha desesperadamente hasta llegar a
la cima donde una gran roca la
cubre. El soldado
español, cruza el
río, ata su
caballo en una
tusca y comienza a buscar a la india,
al dirigir la vista a lo alto ve a
la india junto a una gran roca. En ese entonces, la
india ve que el soldado comienza a escalar la montaña desesperada pues
no tiene escapatoria,
intenta tirarse al
abismo pero su instinto de madre la detiene, aprieta a su hijo junto a su pecho y prorrumpe un grito tan
estridente y doloroso que produce un eco repetido por todos los cerros
aledaños. Ante el estruendo,
el grito desgarrador…los cerros
se desmoronan en cascadas de piedra y arena, el milagro se
produce, ruge el viento zonda, que sopla como nunca. La fuerza
del viento zonda
hace caer al
guerrero, que trepaba
por una escarpada piedra, herido
y con miedo, busca inútil su cabalgadura, en medio de la
furia del viento huye despavorido… el soldado se pierde desesperado en
la oscuridad de la tarde y la noche próxima.
A la mañana
siguiente, cuando todo
era quietud, la montaña,
única testigo del drama
terrible, muestra la
silueta de una
madre india con
su hijo en brazos,
convertidos en piedra
para simbolizar a la humanidad
el espíritu materno de una raza
desesperada, que amó la libertad,
antes prisionera, prefirió ser roca eterna.
Con disciplina
y constancia Paititi
había conseguido desarrollar
un físico privilegiado, desde
niño se sometió a sacrificios excepcionales para dominar el hambre,
la sed y
la fatiga. Aprendió
de la ampalagua
a arrastrarse sin ruido, trepaba
y saltaba con la agilidad de un mono, acechar a la presa como el puma, del
guanaco aprendió a correr haciendo quencos (hacer gambetas). De ese modo llegó
a ser un diestro cazador y guerrero valiente.
Lucumí,
cuidaba rebaños de
llamas y vicuñas,
ella con su
dulzura ganó el corazón
del cazador, a
quién obsequiaba primorosas prendas
que con sus manos
tejía; él regresaba siempre con algún presente para la mujer amada: piedras de
rarísimos colores, alguna
piel conseguida con
arte y habilidad. Ambos tenían
un secreto celosamente
guardado: Lucumí cantaba
con la facilidad y la armonía
con que lo hace la calandria en la
primavera, pero sólo conseguía
hacerlo en plena
soledad envuelta en
el paisaje serrano.
La cascada de su voz, cautivaba a los animales de la puna. Pero les
molestaba un puma que diezmaba las majadas. Paititi salió
en su persecución,
pero el puma
escapaba con facilidad
pues conocía las artimañas de los cazadores. Pero cuando lo vio de
nuevo, ya era tarde, el puma se abalanzó
sobre Paititi, la
pelea fue feroz,
finalmente el cazador derribó
al animal, asestándole
un mazazo y se
desmayó. Cuando recuperó el sentido, percibió las
profundas heridas del
combate las que le
afeaban el rostro,
por lo que
se vio obligado
a no regresar nunca.
Desde entonces se
conformó en observar
a su amado
desde su escondite. Un día la pastorcita y él desde su
escondite escucharon las melodías de una quena lejana. Nació así un juego
musical entre su voz y la quena misteriosa. Comenzaba a
cantar y la quena respondía,
si se detenía
el instrumento callaba. . . Pasó
el tiempo y la pastorcita se sentía enajenada cada vez más. Paititi comprendió
su drama al no encontrar a su amada,
recorrió entonces todos los parajes hasta que un día en un pueblo de la
costa se enteró que el hombre de la
flauta era un
gigante de espesa
barba y melena ensortijada color
fuego, seducía a las mozas más bellas, las raptaba y las sometía.
Como con el
puma salió detrás de sus huellas, años más
tardes encontró a su amada enloquecida
de dolor y
angustia, moribunda. Paititi comprendió que para
enfrentar a su
oponente era necesario
utilizar astucia más
que fuerza y agilidad.
El enfrentamiento fue
feroz, el cazador
al sentirse muy extenuado comprendió
que debía golpear más
fuerte, cuando el
gigante lo abrazó y
levantó en vilo golpeó
con el hacha
la frente de
su enemigo que estalló con un crujido. Mientras Paititi
caía por el vacio, por un instante fugaz experimentó gran
alegría, como cuando
se gana un
combate. Regresaba volando al
paisaje donde conoció a su amada, su cuerpo
fue arrastrado por el agua. El gigante quedó boca arriba tendido a lo
largo.
Cuando se
mira la cima de la montaña desde el valle se aprecia su nitidez desde la cabeza
a los pies el perfil petrificado por los siglos del gigante dormido.
Simón
Bariona llamado también Pedro
o Cefas nacido en
Roma el 29 de
junio del año 67, fue de acuerdo con el
Nuevo Testamento pescador y uno de los doce apóstoles, discípulos de Jesús de
Nazaret. La Iglesia Romana, con sede en
el Vaticano, lo identifica claramente como el primer dirigente de su Iglesia.
San
Pedro es
el Patrono de la
ciudad de Fiambalá en el
departamento de Tinogasta, su
fiesta se celebra
el día 29
de junio de
cada año, con la
participación de una gran cantidad de fieles de todo el departamento.
Cuenta la
leyenda que en ocasión que el terrateniente Don Domingo Carrizo de Freites
se encontraba en
viaje de negocios
por Cusco, Perú.
Al emprender su viaje
de regreso visitó
una hermosa Iglesia
de la cual
su patrono era San Pedro, en ese momento Don Carrizo quedó cautivado por
la bellísima imagen, minutos después fue a hablar con el sacerdote al cual
le ofreció todo el oro que llevaba, quería comprarle
la imagen de San Pedro. Pero el
sacerdote le contestó
que no podía
vendérsela, ya que
era una reliquia de la
iglesia, y además, era patrono del pueblo, que él lo bendeciría por su
largo viaje, pero
lamentablemente no podría
acompañarlo. Don Carrizo insistió
e Insistió, hasta
que el sacerdote
tuvo que correrlo
de la iglesia.
Esa misma
noche decepcionado Don Carrizo se fue a dormir para descansar por el gran viaje
de regreso que le esperaba, de repente a la madrugada se despertó y al ver que
no había nadie en las calles, se dirigió
hacia el templo y luego de dudar unos minutos, robó la imagen e inmediatamente
emprendió su regreso hacia Fiambalá, viaje de varias semanas y muy
agotador. Mientras que el sacerdote al
despertar, y darse cuenta que la imagen de San Pedro no se encontraba en
su lugar, de inmediato pensó en aquel forastero que se la había querido comprar la
imagen y trató de alcanzarlo, pero este ya les llevaba varias horas de ventaja
siendo imposible alcanzarlo .
Así fue que
luego de ese gran viaje llegó Don Domingo Carrizo de Freites a la ciudad
de Fiambalá, donde
lo recibieron con
gran júbilo y
allí narró la historia
y comentó que
San Pedro lo
habló en su
sueño y le pidió que lo
llevara con él, es por esta razón que lo robé, dijo. El Santo pasó varios años
en un domicilio particular donde se lo
veneraba, luego pasó a un oratorio, hasta que en el año 1770 se le construyó el
templo en el cual se encuentra hasta nuestros días.
Su capa y
zapatos son cambiados todos los años, ya que como cuentan las cuidadoras del
templo que San Pedro los gasta. Pero la
historia nos cuenta que por las noches
San Pedro va a visitar a los enfermos,
nunca abandona a ninguno, los ayuda a sanar o los ayuda a tener una muerte
calma, y como él va por la viñas para acortar camino se le rasga su capa por
los ―cadillos‖(espinas) y se gastan sus zapatos que año tras año sus fieles
le regalan por sus pedidos
cumplidos, es así que en la iglesia se encuentra un
enorme baúl, antiquísimo,
el cual conserva
los zapatos gastados y
las capas rasgadas
que todos los
años se le
cambian a San Pedro, El Santo que camina.
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